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El ladrillo se trata de una pieza formada por un prisma rectangular la cual puede ser de diversos materiales que es utilizada para la construcción de muros y paredes. Se trata de una pieza fundamental para la construcción de la mayoría de obras arquitectónicas de la actualidad.

 

Esta pieza tan utilizada se trata de uno de los productos más antiguos de nuestra historia. Se sabe que desde el año 9000 a.C., los ladrillos ya eran usados para la fabricación de las primeras viviendas de la historia.

A comparación del barro que también se tiene registro de ser un material comúnmente usado en la época para la construcción, el ladrillo resultaba ser más fácil de transportar, fortalecía las construcciones y ayudó a eliminar la necesidad de un soporte que sujetara ambos lados de la pared para mantenerla recta. Los ladrillos dieron a nuestros antepasados la posibilidad de resguardarse bajo estructuras que los protegían de los peligros de la intemperie, además de permitirle al hombre la construcción de templos y altares, de los que algunos han durado hasta la actualidad.

 

Como material para los primeros ladrillos, se sabe que nuestros antepasados utilizaban materiales como la arcilla secada al sol, que hoy conocemos como adobe. A lo largo de todo este tiempo, los ladrillos han evolucionado, y hoy en día existen varios tipos de ladrillos que permiten una mejor adaptación al entorno y al tipo de construcción que se va a realizar.